y desde el lavarlas y curarlas,
desde mi ego elevado y falso
y desde el Yo verdadero,
desde mi vida fragmentada
y desde la integración de ella,
desde mi desesperado grito
y desde mi respiro de paz,
desde mis temores ocultos
y desde mi confianza profunda,
desde mis sombras más oscuras
y desde mi fuego encendido,
desde el no creer en ti
teniéndote a mi lado,
desde el no sentirte
mientras más presente estuviste,
desde la no percepción del amor
y desde mi amar más apasionado
es que escribo y me presento ante la vida.
Escucho sonar la puerta. No sé quién toca
ni qué desea, será una visita agradable o traerá
noticias sombrías, no lo sé.
Disculpen, voy a abrir la puerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario