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jueves, 9 de abril de 2020

El Dios que lava los pies

Jesús lava los pies de Pedro, 1876 por Ford Madox Brown


Nos mostraste con tu vida el rostro de Dios.

Del dios todopoderoso en el cielo,
al Dios que se encarna en un bebé.
Del dios de la ira,
al Dios de la confianza, el Abba (Papito).

El dios de los ejércitos que acompaña los combates,
 es en realidad el Dios apasionado que muere por los últimos.
El dios vigilante y obsesivo con el pecado,
es sino el Dios compasivo que devuelve la dignidad a hombres y mujeres.

Eres el Dios del misterio del amor, el que nos acompaña, que nos abraza.
Eres el Dios que se quita el manto y se ciñe la toalla
para lavar los pies y servir a todos y en todo.

Eres el Dios de la Vida.

lunes, 18 de junio de 2018

Microcuento: Control ¿de qué?

Foto: Ser-Familia.net
L: Me angustia el no controlar todo lo que ocurre a mi alrededor.

F: Querido amigo, controla tus emociones y eso bastará.

lunes, 12 de marzo de 2018

Nacer de nuevo

En tu año y medio de vida, bebé hermosa.

Verte día a día se torna en lo más bello de este mundo.
Las ansias y la emoción, cuando llega el momento de estar junto a ti,
son mayores a las de la primera vez. 

Es como cuando dice Jesús de Nazaret en el evangelio, 

que debemos nacer de nuevo para ver el reino de Dios, 
tu existencia Micaela nos renueva,
escuchar tu voz ilumina nuestro espíritu.

Hoy cumples, Mica, un año y medio de vida, 

que es de mucha vida para nosotros también, los que te amamos.
¡Felicidades morenita linda!

miércoles, 14 de febrero de 2018

GABRIELLA

Con todo mi amor:

Dibujas al caminar líneas armoniosamente agrupadas.
Deleitas mi alma con cada sutil movimiento realizado,
Iluminas mis ambientes más sombríos con tu alegría y frescura.

Tu naturalidad es símbolo de franqueza.
Tus palabras son motivo de ánimo y esperanza.
Tus silencios otorgan paz en la revuelta.

Puedo escribir poesía tomando tu mano.
Puedo amarte mientras hablas.
Puedo dibujar mientras tu sonrisa vuela hacia mí.
Puedo orar contemplando tu imagen.

Tu vida es amor, entrega y solidaridad.
Deseo vivir amándote y entregándome
a nuestras causas, planes y sueños.

viernes, 24 de marzo de 2017

Choloquitos

Con amor para Micaela, mi sobrina.

Siendo tan pequeña
llegaste y transformaste la vida,
enriqueciste el significado de vida
en comunidad.

Día a día creces y nos muestras
lo que significa amar,
tu sonrisa, tu mirada, el sonido
de tus gritos y risas nos devuelven
la alegría que se apaga .

Danzamos a tu alrededor, no sé
si te cuidamos o tú lo haces con
nosotros al entregarnos esa energía
vital que nos renueva el corazón.

Tus ojitos redonditos nos devuelven la fe,
tus ojitos negritos radiantes nos iluminan,
tus ojitos de choloquito nos hacen confiar
en el amor y en la vida.

jueves, 23 de junio de 2016

¿Jesucristo fue homosexual?


Tomado del evangelio apócrifo del discípulo amado.

Se acercaba la pascua y Jesús caminaba con sus amigos por la Galilea y se preparaba para ir hacia Jerusalén. Su fama ya había cruzado las fronteras. 

Un maestro de la ley enviado por los sacerdotes del templo fue a su encuentro. Jesús estaba rodeado de mujeres, de enfermos, de niños, de samaritanos y de todos aquellos que tuvieron una experiencia íntima con él o deseaban encontrarlo.                                                                                                    El maestro de la ley encaró a Jesús diciéndole: “No tienes mujer ni hijos y te llaman rabbí, estás rodeado de pecadores y te llaman el hijo de Dios, curaste al joven amante del centurión ¿eres acaso un sodomita (homosexual) o consientes la sodomía?”.

Jesús lo miró a los ojos y le replicó: “¿Dices todo esto porque curo a los enfermos, acojo a los pecadores, alivio a las mujeres y niños despreciados por el templo, muestro al Padre, entrego verdad y vida sin condiciones? Si es así ven y sígueme y no solo apreciarás lo que me dijiste y te digo sino que contemplarás el rostro de Dios y su reino.”

El maestro de la ley dio media vuelta y se marchó raudo.

viernes, 10 de junio de 2016

El discípulo amado, la ley y el amor

























Tomado del evangelio apócrifo escrito por mí en el siglo XXI.

Estaba Jesús caminando entre sus amigos cuando de pronto se le acercó el discípulo amado y desconcertado le dijo: “Jesús, la ley señala que debemos guardar el sábado como día exclusivo para alabar al todopoderoso Dios. Y me siento atado, no puedo ayudar a mi vecino que tiene a su familia enferma y necesita asistencia.”

Jesús lo miró con sumo amor y le respondió: “¿Y qué te dice a ti desde el fondo de tu corazón el Dios del Amor?” El discípulo amado no comprendía bien las palabras del maestro.
Añadió Jesús: “Solo eso te debe bastar para decidir y es en tu relación íntima con el Padre donde debes buscar.”

El discípulo amado no cumplió con la ley del sábado y salió rumbo al encuentro de su vecino.

martes, 10 de mayo de 2016

Belleza del día y la noche

















Viernes,  cinco y veinte de la mañana desperté,
y en el cielo oscuro buscaba el paso de la luz,
mas no apareció y busqué el sueño consolador.

Viernes, ocho de la mañana desperté y encontré. 
Palabras tuyas iluminaban mis ojos,
tal vez no había visto en la hora y dirección indicada.

Sábado por la noche y estrellas de un firmamento
desconocido eran opacadas por una fulgurante, estilizada y bella figura
que apareció por una escalera de cristal o tal vez de otro material.

Domingo y sus primeras horas observaban la danza.
Eran pasos armoniosos dibujados con el pincel del Artista.
La belleza existe y me convencí de ello.

Llegó el momento de mostrar el alma,
los sentimientos tomaron por asalto a las palabras,
las palabras encarnaron los sentimientos.

Comprendí que la belleza de la vida radica en la verdad de cada uno
y en que la felicidad solo es completa cuando es compartida.

Probar la verdad del mismo manantial de vida,
que surge cuando se unen el cielo y la tierra
a través de esa voz suave desprendida por el Viento
y originada desde lo profundo del ser,
se hizo audible en tu escuchar y visible en tu estar.

Tal vez sí era el tiempo y lugar indicado, 
pero ahora te observo, belleza de la vida,
tanto en la oscura noche como en el radiante día.


domingo, 20 de marzo de 2016

Semana (del) Hereje

Te reciben como a un héroe triunfante. Estuviste con aquellos olvidados y marginados, ¿no son aquellas mujeres que te limpian el rostro con agua las que acogiste con amor en tu grupo? ¿no son esas personas que gritan jubilosa tu nombre las que se alimentaron del pan compartido y de tu palabra? ¿no son aquellos que caminan a tu lado tus hermanos Pedro, Juan y el resto de los doce con los que viviste? ¿no son esos hombres que tratan de tocarte a los que sanaste en sábado y les devolviste su dignidad a pesar de las críticas de los sacerdotes y maestros de la ley? ¿no es esa multitud que te acompaña a la que le mostraste al Dios del Amor?
Llegas a la gran ciudad a celebrar, con los que amas, la pascua; pero es en Jerusalén, la ciudad santa, donde te esperan con ganas de eliminarte por ser un indeseable, un blasfemo, un hereje, un quebrantador de “la ley de Dios”.
Tu presencia ocasiona el temor de perder el control y el poder por parte de los guardianes de la fe, de los que dirigen la religión.
Comes con tus hermanos y una vez más te comportas como un servidor con ellos, como el amigo que ama y les pides compartir tu cuerpo y sangre. Ellos no entienden tus palabras, tus gestos ni acciones.
Uno de los tuyos perdió la confianza porque esperaba un mesías liberador militar y busca su seguridad en una bolsa de monedas con la que te traiciona y entrega al poder religioso-militar judío.
Te juzgan de madrugada como no lo hacen con nadie. La sentencia está determinada antes de haberte aprisionado.
Colocas al ser humano por sobre la ley, revolucionas lo establecido por lo tanto eres un hereje y debes morir por ello.
¿Dónde están tus hermanos y amigos? Te abandonan y niegan. El miedo los embarga, confunde y paraliza, los hace esconderse. Estás solo.
Eres conducido ante la autoridad romana quien ordena golpearte y luego liberarte, pero los sacerdotes y maestros judíos no están contentos, necesitan la seguridad de seguir siendo los guardianes de la ley, de ser los que dirigen la religión y el templo. El gobernador romano elige salvar a otro inculpado y ratifica la condena a muerte, pero no cualquiera, sino la que solo se aplica a los criminales más despiadados, la muerte en cruz.
Tu cuerpo es ya un despojo y así eres conducido al monte de la calavera cargando tu propio instrumento de muerte, mientras que María tu madre, María de Magdala y tu hermano Juan siguen tu camino llorando al verte destrozado.
Te desnudan antes de crucificarte. Desde la cruz le reclamas al Padre. Tu humanidad, el dolor y el saber que vas a morir desencadenan ese grito “Padre ¿por qué me has abandonado? Sin embargo eres consciente de que aquello es imposible y de que tu naturaleza de amar desde el fondo de tu corazón como lo hace el Abba, te permite perdonar a los que te están matando. Y es así como tu último aliento se extingue.
Jesús, al morir, fracasaste en tu proyecto del reino humanizador de Dios.
Tu madre y algunos más te llevan al sepulcro. Es aquí que ocurrirá el misterio por el cual dos mil años después seguimos confiando en el Amor, en el Dios que nos mostraste. Tus hermanos interiorizaron tu vida, pasión y muerte. Trascendiste, estás en cada acción que realizan, en cada reunión, en cada conversación. ¡Jesús, resucitaste!
La muerte no es más muerte, el fracaso no es más fracaso. Jesús, vives ahora más presente que antes. Estás en todo momento amándolos, amándonos. Todo lo haces nuevo, creas inquietudes, locuras de amor por la creación. Ahora entendemos que la voluntad de Dios es nuestra esencia más profunda, la esencia de nuestro verdadero yo, de nuestro verdadero ser. Lo divino solo se puede concebir desde el amor por lo humano. ¡El reino de Dios ya está con nosotros y es el reino de la búsqueda de justicia, de paz, de dignidad, es el reino del Amor!