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lunes, 12 de marzo de 2018

Nacer de nuevo

En tu año y medio de vida, bebé hermosa.

Verte día a día se torna en lo más bello de este mundo.
Las ansias y la emoción, cuando llega el momento de estar junto a ti,
son mayores a las de la primera vez. 

Es como cuando dice Jesús de Nazaret en el evangelio, 

que debemos nacer de nuevo para ver el reino de Dios, 
tu existencia Micaela nos renueva,
escuchar tu voz ilumina nuestro espíritu.

Hoy cumples, Mica, un año y medio de vida, 

que es de mucha vida para nosotros también, los que te amamos.
¡Felicidades morenita linda!

miércoles, 14 de febrero de 2018

GABRIELLA

Con todo mi amor:

Dibujas al caminar líneas armoniosamente agrupadas.
Deleitas mi alma con cada sutil movimiento realizado,
Iluminas mis ambientes más sombríos con tu alegría y frescura.

Tu naturalidad es símbolo de franqueza.
Tus palabras son motivo de ánimo y esperanza.
Tus silencios otorgan paz en la revuelta.

Puedo escribir poesía tomando tu mano.
Puedo amarte mientras hablas.
Puedo dibujar mientras tu sonrisa vuela hacia mí.
Puedo orar contemplando tu imagen.

Tu vida es amor, entrega y solidaridad.
Deseo vivir amándote y entregándome
a nuestras causas, planes y sueños.

viernes, 24 de marzo de 2017

Choloquitos

Con amor para Micaela, mi sobrina.

Siendo tan pequeña
llegaste y transformaste la vida,
enriqueciste el significado de vida
en comunidad.

Día a día creces y nos muestras
lo que significa amar,
tu sonrisa, tu mirada, el sonido
de tus gritos y risas nos devuelven
la alegría que se apaga .

Danzamos a tu alrededor, no sé
si te cuidamos o tú lo haces con
nosotros al entregarnos esa energía
vital que nos renueva el corazón.

Tus ojitos redonditos nos devuelven la fe,
tus ojitos negritos radiantes nos iluminan,
tus ojitos de choloquito nos hacen confiar
en el amor y en la vida.

viernes, 10 de junio de 2016

El discípulo amado, la ley y el amor

























Tomado del evangelio apócrifo escrito por mí en el siglo XXI.

Estaba Jesús caminando entre sus amigos cuando de pronto se le acercó el discípulo amado y desconcertado le dijo: “Jesús, la ley señala que debemos guardar el sábado como día exclusivo para alabar al todopoderoso Dios. Y me siento atado, no puedo ayudar a mi vecino que tiene a su familia enferma y necesita asistencia.”

Jesús lo miró con sumo amor y le respondió: “¿Y qué te dice a ti desde el fondo de tu corazón el Dios del Amor?” El discípulo amado no comprendía bien las palabras del maestro.
Añadió Jesús: “Solo eso te debe bastar para decidir y es en tu relación íntima con el Padre donde debes buscar.”

El discípulo amado no cumplió con la ley del sábado y salió rumbo al encuentro de su vecino.

domingo, 20 de marzo de 2016

Semana (del) Hereje

Te reciben como a un héroe triunfante. Estuviste con aquellos olvidados y marginados, ¿no son aquellas mujeres que te limpian el rostro con agua las que acogiste con amor en tu grupo? ¿no son esas personas que gritan jubilosa tu nombre las que se alimentaron del pan compartido y de tu palabra? ¿no son aquellos que caminan a tu lado tus hermanos Pedro, Juan y el resto de los doce con los que viviste? ¿no son esos hombres que tratan de tocarte a los que sanaste en sábado y les devolviste su dignidad a pesar de las críticas de los sacerdotes y maestros de la ley? ¿no es esa multitud que te acompaña a la que le mostraste al Dios del Amor?
Llegas a la gran ciudad a celebrar, con los que amas, la pascua; pero es en Jerusalén, la ciudad santa, donde te esperan con ganas de eliminarte por ser un indeseable, un blasfemo, un hereje, un quebrantador de “la ley de Dios”.
Tu presencia ocasiona el temor de perder el control y el poder por parte de los guardianes de la fe, de los que dirigen la religión.
Comes con tus hermanos y una vez más te comportas como un servidor con ellos, como el amigo que ama y les pides compartir tu cuerpo y sangre. Ellos no entienden tus palabras, tus gestos ni acciones.
Uno de los tuyos perdió la confianza porque esperaba un mesías liberador militar y busca su seguridad en una bolsa de monedas con la que te traiciona y entrega al poder religioso-militar judío.
Te juzgan de madrugada como no lo hacen con nadie. La sentencia está determinada antes de haberte aprisionado.
Colocas al ser humano por sobre la ley, revolucionas lo establecido por lo tanto eres un hereje y debes morir por ello.
¿Dónde están tus hermanos y amigos? Te abandonan y niegan. El miedo los embarga, confunde y paraliza, los hace esconderse. Estás solo.
Eres conducido ante la autoridad romana quien ordena golpearte y luego liberarte, pero los sacerdotes y maestros judíos no están contentos, necesitan la seguridad de seguir siendo los guardianes de la ley, de ser los que dirigen la religión y el templo. El gobernador romano elige salvar a otro inculpado y ratifica la condena a muerte, pero no cualquiera, sino la que solo se aplica a los criminales más despiadados, la muerte en cruz.
Tu cuerpo es ya un despojo y así eres conducido al monte de la calavera cargando tu propio instrumento de muerte, mientras que María tu madre, María de Magdala y tu hermano Juan siguen tu camino llorando al verte destrozado.
Te desnudan antes de crucificarte. Desde la cruz le reclamas al Padre. Tu humanidad, el dolor y el saber que vas a morir desencadenan ese grito “Padre ¿por qué me has abandonado? Sin embargo eres consciente de que aquello es imposible y de que tu naturaleza de amar desde el fondo de tu corazón como lo hace el Abba, te permite perdonar a los que te están matando. Y es así como tu último aliento se extingue.
Jesús, al morir, fracasaste en tu proyecto del reino humanizador de Dios.
Tu madre y algunos más te llevan al sepulcro. Es aquí que ocurrirá el misterio por el cual dos mil años después seguimos confiando en el Amor, en el Dios que nos mostraste. Tus hermanos interiorizaron tu vida, pasión y muerte. Trascendiste, estás en cada acción que realizan, en cada reunión, en cada conversación. ¡Jesús, resucitaste!
La muerte no es más muerte, el fracaso no es más fracaso. Jesús, vives ahora más presente que antes. Estás en todo momento amándolos, amándonos. Todo lo haces nuevo, creas inquietudes, locuras de amor por la creación. Ahora entendemos que la voluntad de Dios es nuestra esencia más profunda, la esencia de nuestro verdadero yo, de nuestro verdadero ser. Lo divino solo se puede concebir desde el amor por lo humano. ¡El reino de Dios ya está con nosotros y es el reino de la búsqueda de justicia, de paz, de dignidad, es el reino del Amor! 

jueves, 24 de diciembre de 2015

La naturaleza, mi madre y mi creadora

Escribe Sheila Falen Alvarado.

Hace varios años que viajo por motivos laborales y me siento cansada. Medito la idea de regresar a un trabajo menos agitado que me permita realizar actividades con regularidad. Sin embargo cada viaje es un descubrimiento maravilloso y ya enrumbada o en destino, agradezco tener la oportunidad de conocer nuevos países y ciudades.

Cada tierra huele diferente, el aire tiene su propia fragancia, la gente un propio estilo, y hasta los colores me sorprenden cuando toman diferentes tonalidades gracias a un mayor o menor brillo solar. Definitivamente lo más especial para mí son las visitas al campo y el contacto con la naturaleza, sumadas a las conversaciones que mantengo con todas las personas durante mis viajes. Dejarse contagiar del tema, de sus intereses, de sus preocupaciones es mágico, me hace sentir que cada persona es un libro abierto aunque no lo sepa.

Regreso cada vez a mis viajes, y es aquel maravilloso tiempo el que me permite compartir conmigo misma. La vida me da la oportunidad de explorarme en diferentes escenarios y con diferentes actores. Me alegra siempre descubrir que sigo siendo yo misma.

Hoy regreso de la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia. Paisaje arrollador que absorbe. Playa y montañas a la vez, que confunde pero que te reta a conocerla más. Ver mariposas morpho azules volando por todos lados es emocionante, agua brotando de las montañas y mucho verde en inimaginables escalas de colores.

Debo decir que la naturaleza me hace añorarla. Por muchas razones me hace sentirla como mi madre y mi creadora. Quiero ser su mensajera y envolverme de verde.
En el último viaje me hizo sentir pájaro y fue una experiencia muy real. Pasó por mi lado una pareja de aves en vuelo, juntas disfrutando de su libertad y deseé volar también. Ser como ellas, jugar en el aire y sentir las corrientes del viento por mis alas. Ir a toda velocidad sintiendo mi capacidad voladora y simplemente ser feliz así. También me hizo sentir árbol, cuando vi uno que se levantaba en el punto más alto de las montañas, con ramificaciones que parecían grandes brazos abiertos hacia el cielo, con una corteza que solo al mirarse ya se sentía suave como una piel.


La naturaleza es madre y creadora, y pide complementarse con un elemento que hace mucho dejó de sentirse como parte de ella, los seres humanos.  Regresemos a ella conscientemente en el día a día, mírala, búscala. También nos siente en la ciudad. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

El universo ha muerto

Imagen, por Ricardo Siri Liniers

El infinito universo se volvió finito, fue destruido, asesinado.

Ayer la imagen de Aylan Kurdi, ahogado en las aguas, donde él debería jugar y no yacer muerto, circulaban por el mundo, indignandoy horrorizando. El bullicio fue mayor, la foto demostraba la bestialidad del ser humano, mostraba la fragilidad del universo encarnado en un niño de 3 años. La foto, del espacio sagrado, que constituye la vida del ser humano y del universo que en sí misma consiste, quedaba reducida al escándalo visual en muchos casos y a la indiferencia en otros.

Han pasado veinticuatro horas y se habla mucho menos del tema. Sin embargo el silencio reflexivo e indignante no es el que prevalece, sino aquel que nos sigue manteniendo sentados o caminando con un espejo delante nuestro. La imagen quedó en imagen y el pequeño Aylan Kurdi y los millones de refugiados, explotados, marginados, cada uno con nombre propio, reducidos a un artículo noticioso.

Hoy en tono de protesta le pregunto al Dios crucificado, que parece estar ausente y expulsado del hombre, el porqué de que el universo haya sido asesinado. La insania e indiferencia siguen matando. El falso Yo del hombre sigue acabando con la sagrada vida, sigue destruyendo el universo.